Hecho a mano en plata 950, este colgante único combina la belleza orgánica de la Variscita con la intensidad de una Raíz de Esmeralda natural. Ambas piedras han sido cuidadosamente seleccionadas por su tono vibrante y carácter único.
Su diseño es una celebración de la conexión con la tierra: formas suaves y armoniosas que realzan las piedras y las integran en una composición equilibrada y natural. En la parte trasera, un pequeño conejo calado a mano con sierra —símbolo de sensibilidad, intuición y movimiento sutil— entrega un detalle lleno de intención y cariño.
Cada parte de esta pieza ha sido elaborada artesanalmente, desde el calado trasero hasta el montaje de las piedras, haciendo que cada colgante sea irrepetible.
Perfecto para quienes buscan llevar consigo un pedacito de naturaleza y un amuleto cargado de significado.
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